Nota de presentación del enlace con “La Argentina en
pedazos”.
Desearía comentar de
que en la Argentina hace algunos años en la revista Fierro de Ediciones de la
Urraca, el escritor Juan Sasturain escribió: “nuestra realidad nacional es
material aventurable”.
Esta palabra “aventurable”,
que de reconocerle un significado-aquí en España- podría valer para referirnos
a “lo posible de emprender como una aventura”, en la Argentina sin embargo
viene a querer decir: “algo posible de historiar dibujando”.
Tal vez por eso a una
revista de cómic allí la llamamos “revista de aventuras” o “revista de
historietas”. Y luego, naturalmente, a este tipo de historias dibujadas les
llamamos “dibujo de historietas” o “dibujo de aventuras”. ¨Cómic”, aquí en España.
Por esos años,
alrededor de 1993, nuevamente en Ediciones de la Urraca, el escritor argentino
Ricardo Piglia edita el álbum La Argentina en pedazos, en donde reúne a
muchos de aquellos que, ya dibujando o ya escribiendo, venían haciendo “aventurable”
a nuestra realidad nacional. Escritores como Esteban Echeverría, Horacio
Quiroga, Cortázar, serían acompañados por meditadas ilustraciones de dibujantes
como Brecia, Muñoz, Nine, entre otros.
Piglia los ordena, y
tanto en el prólogo como en el encabezamiento de cada cuento, nos introduce en
el delicado género expresivo que vincula la narrativa literaria con los
acontecimientos políticos. Compone, a través de las versiones particulares de
escritores y dibujantes, un diorama de la historia de nuestro país desde el
siglo XIX hasta el presente.
Escritores y
dibujantes que no solo van haciendo conocer su propia versión de la realidad
-ya que son testigos tenaces- sino que a su vez recrean diversas formas
narrativas. Dan cuenta, de una manera renovada y dinámica, del tiempo que les
tocó vivir. Arriesgan reclamos. Exponen sus fantasías: citemos a Juan Salvo, El
Eternauta, dibujado por Solano López y que el gran escritor Héctor Germán
Oesterheld, hace ingresar a un mundo de tiempos cruzados -que no incurriremos
en la comodidad de llamar “ficción científica”- en donde las referencias a unos
invasores dirigidos y forzados por “Los Ellos” documenta una constante en la
Argentina y predice los funestos años que se avecinaban.
Exponen sus fantasías
dije, porque sobre todo entienden que también sus fantasías -¿deseos, sueños,
presentimientos?- son parte de una realidad, la realidad de la Argentina. Y por
esto podemos afirmar que hasta sus fantasías son “aventurables”.
Con estos
comentarios, en la introducción al enlace con el ábum “La Argentina en pedazos”
que deseamos ir entregando capítulo tras capítulo en nuestro Boletín, no
pretendemos destacar una singularidad especial de los dibujantes y de los
guionistas argentinos (a quienes personalmente admiramos), ni ponderar de paso
las cualidades de los creadores que participan en “La Argentina en pedazos”.
Somos gente de oficios, no críticos de arte. Solamente se quiere destacar que
ese material aventurable o dibujable, se viene utilizando en la Argentina como
fuente temática del compromiso político, tanto al servicio del rigor literario
y plástico, como de la crónica y de la denuncia. El interés social deliberado,
sostiene su sentido y la materialidad de álbum editado lo transmite.
Justo Barboza
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